Vive la vida como si fuera un viaje

• En los viajes, como en la vida, nunca sabes lo que te vas a encontrar
• En la vida, como en un viaje, hoy estás aquí y mañana allí, los escenarios cambian constantemente
• Debes de conducir con precaución, abrocharte bien el cinturón, tener cuidado con la velocidad, respetar los límites…

• No olvides pararte a repostar, coger aire, cuando lo necesites
• Te encontrarás con obstáculos, no asumirlos, no afrontarlos hará que tu viaje finalice antes de lo previsto
• La seguridad, comodidad y previsibilidad de un resort está pensada para unas vacaciones, no para un viaje

• 1.APERTURA Y FLEXIBILIDAD

Tanto si viajas solo como cuando lo haces en compañía, para adaptarte a las distintas situaciones que te vas encontrando en el viaje necesitas aparcar las verdades incuestionables y romper con algunas de tus costumbres y rutinas cotidianas. Mantenerlas inamovibles durante estos días no es posible o te resultará francamente difícil, incluso «conflictivo» o «desagradable». Al mismo tiempo, los prejuicios, las creencias de base, las ideas preconcebidas y los sesgos a cerca de las costumbres y las gentes pueden limitarte enormemente el enriquecimiento personal que se espera de tu viaje.

Trasladado al viaje de la vida, el enriquecimiento que te da el estar abierto y ser flexible en tu relación con el entorno y las experiencias, hará de tí un ser cada vez más fuerte y mejor preparado para abordar con éxito y mayor tranquilidad los reveses de la vida.

• 2. VALENTÍA, DISPOSICIÓN A AFRONTAR RETOS

Erróneamente muchas personas consideran que los valientes lo son porque no tienen miedo. El miedo es necesario y útil, nos ayuda a sopesar, valorar riesgos y tomar precauciones apropiadas, disponer de plan b, incluso c, para las situaciones arriesgadas…El viaje de la vida está lleno de peligros, de cosas que pueden salir mal o diferentes a como esperábamos. Actuar al margen de ellos, sin sopesarlos o contemplarlos no significa ser un/a VALIENTE sino más bien ser un/a OSADO/a.

Ahora bien, dejar de hacer por el miedo a que algo salga mal nos apea del viaje de la vida. Actuar con valentía implica embarcarse en experiencias, pese a los riesgos y a pesar del miedo, sin que ello vaya en detrimento de que seamos plenamente conscientes y tomemos las precauciones apropiadas. ¿Alguien sino se arriesgaría a embarcarse en una relación de pareja, a cambiar de trabajo, a trasladarse a otra ciudad? Valiente es quien se enfrenta y afronta sus miedos, quien actúa, a pesar de sus miedos.

• 3. SABER DESPRENDERSE DE LO INNECESARIO

Sin duda viajar sin equipajes nos hace muchísimo más ligero y cómodo el trayecto. No obstante no nos engañemos, viajar sin nada de equipaje no resultaría nada práctico. Quizás el punto está aprender a discernir de qué cosas podríamos prescindir.

De unos años a esta parte cada nuevo viaje soy capaz de prescindir de algo más de mi equipaje. He pasado de maleta a mochila, de mochila con cremalleras a reventar, a mochila holgada y ligerita. Una vez probada que la ropa un poco sucia no hace daño, que los playeros tampoco quedan tan mal con falda y que las prendas cómodas son muy versátiles, comienza una experiencia de viaje mucho más auténtica.

Y magia!en el momento en el que una experimenta que «es cómodo viajar con menos», es imposible no trasladarlo al viaje de la vida. En mi casa tengo dos premisas aplicables, con algunas excepciones: 1. Cualquier objeto/prenda que no uso desde hace al menos una temporada, es prescindible; 2. Aquello que de repente me encuentro en casa o en la oficina que no sabía que disponía de ello, es porque no lo necesito y por tanto es hora de deshacerme de ello.

La sensación de alivio, libertad y liberación de reducirnos a lo básico es inexplicable.

• 4. VÍNCULARSE Y DESVINCULARSE

A cosas, a personas…En un viaje, nuestros compañeros y las personas que conocemos a lo largo de él, se convierten en «los nuestros». Durante tus estancias, son «tu familia», vives con ellos experiencias diarias intensas y cobran un papel importante en tu vida. Te vinculas emocional y afectivamente con ellos.

Es una lástima aquellas personas que son incapaces a vincularse o que sencillamente se cierran afectivamente para que esto no ocurra. Estas personas no podrán llegar a disfrutar plenamente del viaje.

Cierto es que el contacto con muchas de estas personas no continuará una vez finalizada la etapa que te acercó a ellas, incluso que su papel, su persona, podría aportarte poco o incluso perjudicarte en otra etapa de tu viaje y por tanto se hace inevitable desvincularse. En cambio, gracias al vínculo establecido, algo de ellas permanecerá en tí y te acompañará en el viaje de tu vida, con el enriquecimiento personal que eso supone.