Adopción y «Racismo»
clinicayuremadelafuente
«Los niños adoptados necesitan saber que les miran por la calle porque son negros».
Dulcificando la realidad de las dificultades de integración de los niños adoptados no les ayudamos, los niños necesitan crecer conociendo la diversidad y las diferencias entre las personas.
El siguiente artículo periodístico refleja muy bien algunas reacciones frecuentes a las que tienen que hacer frente diariamente las personas adoptadas.
Atribuir estas reacciones a la ignorancia de las personas ayuda a muchas personas adoptadas y a sus familias a reducir su malestar y a atenuar la hostilidad que estos comentarios pueden generar en los niños y niñas adoptados. Necesitan entender que estas reacciones se deben a que nuestra sociedad no entiende todavía la complejidad de la adopción.
Ser hijo adoptivo tiene matices que lo hacen diferente a ser hijo biológico pero no por eso es mejor ni peor, ni se es menos hijo que cuando se es biológico. Debemos llegar a entender la diferencia como algo que no es en sí mismo ni mejor ni peor, es simplemente diferente. Ser hijo negro de padres blancos que vive en una comunidad donde la mayoría de las personas son blancas es diferente a ser hijo blanco, de padres blancos, donde la mayoría de la comunidad son blancos, ¿y qué?.
Cuando las personas adoptadas integran estas diferencias de forma natural y normalizada, tal y como estamos planteando, aún deben de dar un paso más que les ayude a entender que vivimos en un entorno donde la diversidad, las diferencias se ven en muchas ocasiones y por muchas personas como problemas y no como realidades que están lejos de ser mejores o peores por el simple hecho de no ser iguales.
Y las familias y los profesionales podemos facilitar su integración social, desde muy pequeños. Os dejo algunas ideas:
Facilitando la integración social
- No es recomendable que los padres culpabilicen a los otros por sus reacciones, ni siquiera cuando éstas resulten dolorosas o desagradables o con tintes claramente racistas.
- Es necesario que los padres doten a los niños de las respuestas adecuadas para enfrentarse a reacciones similares, de modo que los niños tengan herramientas útiles para manejar tales situaciones. Cuando son pequeños es muy frecuente que estas reacciones las vivamos nosotros, en muchas ocasiones, en presencia de nuestros hijos (la gente tiende a hacer comentarios de todo tipo como si los niños y niñas fuesen sordos…). Estas situaciones son verdaderas oportunidades para que nuestros hijos vayan aprendiendo diferentes formas de reaccionar ante los comentarios y las actitudes que tiene el entorno frente a la adopción o frente a las diferencias raciales.
- Hacer saber a nuestros niños y niñas que algún día le harán preguntas resultará muy útil para que se vayan preparando. Para ello debemos ayudarle a que no se sienta ni triste ni avergonzado por su condición adoptiva, sino a que demuestre su alegría y su satisfacción por pertenecer a su actual familia: “Si mis padres no me hubieran adoptado, no nos hubiéramos conocido. Yo no estaría en este colegio, ni os tendría como amigos”.
- Podemos incluso proporcionarles respuestas que puedan utilizar cuando otros les hagan comentarios del estilo: “Tus padres no te pueden querer igual, porque no eres de su sangre”, pueden contestar con respuestas tales como: “Tu padre y tu madre, ¿pertenecen a la misma familia?, ¿ellos se quieren?, ¿y tienen la misma sangre? Ves, no hace falta tener la misma sangre para pertenecer a la misma familia, ni para quererse.”
- Ante la excesiva curiosidad de los compañeros, es importante que no muestren un rechazo absoluto a contestar, ya que esto puede provocar el alejamiento de los otros, pero debe quedarles claro que no tienen obligación de que todo el mundo conozca en profundidad su vida personal. Ante esta actitud pueden responder con comentarios como: “Yo tampoco conozco toda tu vida, a qué se dedican tus padres, cómo eran tus abuelos, cómo es tu casa.”
- Unas de las actitudes más frecuentes ante la adopción es la de pena- o compasión. Podemos enseñarles a que, ante la ayuda deben agradecerla pero que además ellos pueden ofrecerse también para ayudar, demostrando que todos podemos tener dificultades en la vida.
- Por último, evitemos que se sientan obligados a tener respuestas para todas las preguntas, y en caso de que les hagan comentarios a los que no saben responder, pueden sentirse libres para reconocer que no lo saben y que, quizás y solo si les apetece, se lo preguntaran a sus padres o buscarán la información en alguna parte.
Pero quizás lo que más pueda ayudar a las familias es entender que sus comportamientos funcionan como el modelo más importante para sus hijos y esto es así desde que son muy muy pequeños.
La forma en la que ellos se enfrenten a las actitudes del entorno, a las reacciones de los que les rodean será de donde más aprendan sus hijos e hijas con respecto a cómo y cuánto les afectan estas reacciones. De ellos será de quién aprendan cómo defenderse y cómo comportarse ante los comentarios de los demás y ante la evidente incapacidad social que experimentamos en este momento respecto a cómo enfrentarnos a la diversidad.
Para leer más:
Ponencia Beatríz San Román- "Yo chocolate, papá galleta": Adopción y estereotipos raciales, la experiencia de las familias.
http://www.postadopcion.org/pdfs/YoChocolate.pdf