

Pasados que luchan contra el viento

clinicayuremadelafuente
Así, como una hoja que ha hecho caer el viento del otoño llegó esta lectura a mis manos. Me despertó enorme curiosidad cuando en casa de una buena amiga observé la portada: un niño en un canasto de mimbre ante una puerta muy grande, esperando que alguien le ayude, esperando que no sea el viento quién le lleve. Había viento, mucho viento…
Trabajo con adolescentes cuya historia de vida está marcada por momentos como éste, momentos, etapas, episodios que hacen que a partir de entonces sea el viento quien les guíe. La mayoría de las veces mi oportunidad de conocerlos surge cuando lo que les asola son vientos de tormenta, verdaderos huracanes que les empujan a destinos equivocados.
Pero las tormentas cesan, los vientos aflojan y surgen los momentos de ayudarles a fijar un camino propio, una meta que deje de hacer que sea el viento quien decida su rumbo. La vida debería ayudarnos a aprender que el viento no es la fuerza adecuada para guiarnos pues dependiendo de en qué dirección sople puede ser un elemento de ayuda o puede ser un verdadero estorbo.
Me niego a dejar que sea el viento quien decida. Y si así fuese, si el viento tanto poder tuviese…..
«soplaré y soplaré hasta lo que hasta ahora se ha construido derrumbaré»
ACLARACIONES VARIAS:
Este cuento no es más que un cuento, una fantasía que nada tiene que ver con historias de maltrato, traumas, abandonos…Más bien es un cuento de aventuras. No habla de cosas tristes ni pasados difíciles. En cambio, a mi a conseguido evocarme mil y una metáforas de mi vida diaria, de mi trabajo. Y es una de ellas la que se pretende describir en este artículo.
Y aprovecho para agradecer a su autor, Enrique Armenteros por haberme ofrecido tan buenos ratos de lectura. Son para mi las mejores lecturas aquellas cuya historia puedo hacerla un poco mía, aquellas que conectan con lo que yo siento y esta, a través de sus fantasías, lo ha conseguido.
Puedes encontrar más información sobre este cuento en:
http://www.pezsapo.com/editorial/un-lugar-llamado-viento/