La Terapia I: «el Arte de construir Finales Felices»
clinicayuremadelafuente
Los cuentos infantiles, igual que muchas de las historias de las personas que acuden a terapia, comienzan con un entorno hostil definiendo a los protagonistas como personas un tanto «desgraciadas» e «infelices».
En el transcurso del cuento, el entorno del protagonista se convierte en un contexto más amable, resolviéndose con ello algunos de sus problemas más relevantes (la soledad, el abandono, el rechazo…). Y así, una vez resueltas sus vicisitudes, el protagonista consigue disfrutar de la nueva etapa de forma plena, sin «secuelas».
Un patito «feo» con una infancia plagada de rechazos, de vivencias y sentimientos de soledad, con no una, sino varias experiencias familiares de este tipo, de repente, en cuanto sus necesidades se ven cubiertas, se produce un efecto mágico sobre su personalidad y puede ya disfrutar de una experiencia de salud y felicidad.
Una cenicienta que sufre la muerte temprana de su madre, con un padre «periférico» (ausente completamente en la historia) que rehace su vida con una mujer que lejos de hacerse cargo de ella la somete a experiencias constantes de maltrato, haciéndola experimentar una y otra vez el abandono, el desprecio, la soledad y la incomprensión…
¿Qué ocurriría en la realidad?¿revertirían estas situaciones así de fácil sólo con que por fin nuestros protagonistas disfrutasen de un entorno protector?
El patito feo encuentra por fin, junto a los cisnes, un entorno amable y apropiado donde le transmiten que le quieren y le aprecian por lo que es. En cambio, su incapacidad para valorarse a sí mismo (generada fruto de las experiencias anteriores donde no le habían ayudado a valorarse por lo que es, un cisne y habían resaltado lo que no es, un patito) le impide impregnarse de ese buen trato del que ahora, por fin, podría disfrutar.
Los cisnes observan cómo éste se resiste a plegarse al grupo. Se automargina y genera cierta desconfianza en los otros, quienes a su vez comienzan a tener la sensación de que es él quien no los acepta a ellos.
Esto tiende a provocar broncas en el grupo y los demás suelen tomar distancia de él. Así se construye la profecía autocumplidora: El patito confirma que es rechazado y que ha hecho muy bien en tomar distancia y defenderse, no involucrándose.
La previsión es que nuestros protagonistas, además de un entorno protector, necesitarán de personas que sepan ayudarles a «reparar» en ellos las consecuencias del maltrato y tengan la paciencia suficiente para acompañarles mientras «reconstruyen» e integran las nuevas experiencias protectoras.
No, esto no sucede de un día para otro. Esto no es un momento en la vida de una persona sino un proceso al que hay que dar «tiempo» y «espacio».
¿Qué porcentaje de tu vida has estado haciendo esto que ahora haces nuevo?
¿qué porcentaje de la vida de un niño o niña ha recibido este tipo de cuidados, este tipo de experiencias de las que ahora disfruta?
IR SEGUNDA PARTE: Dar espacio y tiempo para que los cambios sucedan
un patito feo de 4 años y medio que hace solo medio año que ha encontrado a los cisnes que le cuidan y valoran como él necesita, tan solo un 11,11% de su vida ha disfrutado del entorno protector que requiere para desarrollar una personalidad sana, frente al 88,88% que ha estado sufriendo una situación que previsiblemente perjudica su desarrollo.
una cenicienta de 25 años que ha estado 5 años de su vida sometida a una situación que la hace sentir «desgraciada», «no merecedora de cariño» «desvalorizada», que no le ha permitido desarrollar una estima de sí misma y apreciar sus cualidades, reconociendo sanamente sus defectos…Cuando tan solo hace unos meses que alguien la ha reconocido como princesa…¿ podemos esperar que se comporte como si esto hubiera sucedido desde siempre?.
«Cenicientas y Patitos feos»-de la desvalorización personal a la buena autoestima- Marcelo Cebeiro