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Contar a los niños la muerte

Contar a los niños la muerte
octubre 10, 2017

clinicayuremadelafuente

Es duro, sí. Es doloroso, sí.

Y nos gustaría que nuestros niños y niñas no tuvieran que enfrentarse a situaciones duras y a momentos dolorosos…La muerte es probablemente uno de los más duros.

Pero el dolor forma parte de la vida y los adultos tenemos la responsabilidad de ayudar a los niños y niñas a enfrentarse satisfactoriamente a todos sus reveses. Quiénes mejor que nosotros para preparar y dotar a los niños y niñas de fortalezas para afrontar los vaivenes de la vida.

Ramón Bayés:
"No debemos esconder o maquillar la muerte. Desde la niñez, es preciso integrarla en nuestra biografía como un hecho más de la existencia. Como las flores en primavera y los días grises otoñales, hay que naturalizar la muerte".
  • 1. LA VERDAD POR DELANTE. Como en muchas otras cosas, insisto, los niños y niñas necesitan conocer la verdad por encima de todo. Sin tapujos, necesitan conocer lo sucedido.

¿De qué otra forma podrán adquirir estrategias para superarlo?¿cómo podrían sino elaborar el duelo si somos nosotros quienes les impedimos enfrentarse al dolor de la realidad, adornando lo difícil con algodones, flores de colores y sabores dulces? Lo doloroso, duele y no hay más.

  • 2. HABLANDO DE LO REAL Y EVITANDO LA FANTASÍAEstrellas que nos iluminan desde el cielo, viajes hacia lugares de ensueño, reencarnaciones en luces de atardeceres que nos guían en el camino de la vida…Les confunden. No ayudan a entender el concepto de la muerte como algo que sucede PARA SIEMPRE.

Se ha ido para siempre. A dónde, no sabemos.

«Para siempre»– Autora: Camino Garcia; ilustraciones: Marco Recuero

A algunas personas les gusta pensar que su esencia permanece en una estrella o que su energía le acompaña allí donde vaya…pero en realidad no sabemos. De lo que sí estamos seguros es de que no volverá. Su recuerdo, sus mensajes, los momentos que vivimos con esta persona, lo que nos ha enseñado, lo que hemos compartido juntos, nos acompañará para siempre inseparable de nosotros.

  • 3. SE HA IDO PARA SIEMPRE. Ya no estaremos nunca más con la persona que se ha muerto. Y esto es algo que cuanto más pequeños sean, más difícil resultará que comprendan, por eso debemos ser comprensivos, tener paciencia y ayudarles a que lo hagan.

Por debajo de los 6-7 años, aún entienden la muerte como algo reversible, a temporal e impersonal. Por eso es frecuente que los niños en estas etapas evolutivas inicialmente encajen bien lo sucedido y pasado un tiempo observemos en ellos comportamientos que nos descolocan.

Esto puede deberse a que es entonces cuando han comprendido que su ser querido ya no volverá, que es algo definitivo. Debemos estar entonces preparados para que sea ahí donde comiencen la elaboración de su duelo.

Ilustraciones: Marco Recuero en el cuento «Para Siempre» de Camino García

  • 4. APERTURA para compartir momentos dolorosos. A los adultos esto es algo que nos cuesta muchísimo. Evitamos que los demás nos vean afligidos, tristes, furiosos; sobremanera si hablamos de niños y niñas. Ocultamos a los niños y niñas nuestros sentimientos desagradables.

Solemos además sentirnos incómodos cuando los demás experimentan este tipo de sentimientos. No sabemos qué hacer ni qué decir, e intentamos a toda costa hacer algo para distraerles y que se les pase.

En cambio, para elaborar un duelo, necesariamente estos sentimientos tienen que aflorar: tristeza, llanto, rabia...Debemos mostrarnos abiertos y tranquilos con los niños y niñas para que compartan sus sentimientos; sin juzgarlos, evitando pasar de tema y llegando incluso a compartir con ellos nuestros propios sentimientos.