Cuando hablamos de nutrición, dietética…siempre lo asociamos a las personas con sobrepeso y situamos el objetivo, la meta de la intervención en: «bajar de peso». Esta constituye una visión un tanto simplista de las dificultades que pueden estar detrás de un sobrepeso.

Desde el servicio de nutrición y dietética que se ofrece en esta consulta hablamos de salud y no de peso, de alimentación saludable y no de dieta.

En ningún momento decimos que el peso no sea un indicador relevante en la salud, ni que el sobrepeso no entrañe riesgos para la salud. En cambio la ayuda que consideramos debe recibir el paciente no debe ser la de una dieta o régimen reestrictivo cuyo único objetivo sea el de bajar peso.

Debemos ayudarle a realizar un cambio profundo y estable en sus hábitos. De este modo y una vez identificadas las dificultades del paciente, el proceso terapéutico debe proporcionarle los medios y los recursos necesarios para conseguir que instaure unos nuevos hábitos que permanezcan en el tiempo, ayudándolo así a que la mejoría conseguida sea para siempre.

Entendamos un poco mejor a qué nos referimos gracias a este artículo de Verónica Sánchez, dietista-nutricionista, coordinadora del servicio:Realmente no. Lo cierto es que el peso está determinado, a grandes rasgos y sin ser excesivamente metódicos por: residual, piel, sangre, músculo esquelético, hueso y tejido adiposo (si lo preferís: grasa).

Hablamos de salud. Sin duda esa debe ser nuestra máxima cuando iniciamos un cambio especialmente y en lo que a mi me compete en la alimentación.

En los casos de sobrepeso u obesidad, se trata de cambiar los hábitos que influyen en la ganancia de grasa corporal y como consecuencia de eso efectivamente se producirá un ajuste del peso del paciente a su peso saludable. 

Porque son conceptos diferentes. Lo importante es perder grasa corporal que es lo que, cuando tenemos en exceso, nos puede reportar problemas de salud. El peso está determinado por nuestra composición corporal general (a grandes rasgos: músculo, hueso, agua, grasa). Cuando hacemos un cambio con el fin de perder «peso», lo importante realmente es perder grasa y no debemos perder ni músculo ni agua, elementos que se pierden con frecuencia con las llamadas «dietas milagro» o con aquellas dietas cuyo único foco es el peso: las dietas restrictivas.

De lo que se trata por tanto es de establecer una alimentación y unos hábitos que nos permitan mantener una buena calidad ósea y una buena salud.

Para ello, trabajamos con los alimentos, sin necesidad de usar suplementos, pastillas, batidos, etc. Aquí lo importante es que lo que hagas en la consulta te lo puedas llevar para toda la vida, que comas comida de verdad y todo ello sin dejar de disfrutar del placer de comer.

Verónica Sánchez- diplomada en nutrición y dietética